Mi segundo relato presentado al Concurso de relatos #MiMejorMaestro de Zenda Libros
La primera semilla Apoyada en la puerta, con un ejemplar entre las manos, observo a mis alumnas descansar bajo un sol inclemente y me pregunto si alguna de ellas se abrirá a la inspiración que mana de él tal y como yo lo hice en su día cuando cayó en mis manos siendo adolescente. Desde entonces no se ha separado de mí y siempre le estaré agradecida ya que sus transgresoras palabras me mostraron un mundo de valor y sabiduría que me salvó de una vida sin salida fruto de mis propios miedos. De pronto noto sobre mí una mirada. Levanto la vista protegiéndome los ojos con la diminuta sombra de mi mano y la veo caminar, altiva y desafiante, hacia mí. Jamás hubiera pensado que fuera a ser ella la primera. No debí prejuzgarla ya que yo a los quince años también estaba enfadada y en guerra con una realidad que yo creía injusta y cruel. Tras dirigirme unas palabras duras en la forma, pero débiles en el fondo ya que esconden una inseguridad endémica, le doy lo que ha venido a buscar y se