Mi participación en el Concurso de relatos de "El Tintero de Oro" XXVIII Edición: LA GUERRA DE LOS MUNDOS de H.G. WELLS
Más vale solo
Esperando
a mis invitados recuerdo cuando llegamos a la Tierra. Por diversión
anunciamos a los cuatro vientos que veníamos en son de paz dispuestos a
compartir toda nuestra sabiduría y tecnología. ¡Cómo se lo tragaron! Pero
claro, no podían sospechar que habíamos adoptado su patética fisonomía para
despistarlos. Al posar nuestras naves en las principales capitales, sus líderes
se mostraron solícitos y amables, cubriendo cada una de nuestras necesidades pensando
en una futura y beneficiosa colaboración interestelar.
Pero
no tardamos en aburrirnos y nos dejamos llevar por nuestra naturaleza guerrera.
Pensamos que combinando el arsenal de combate del que disponíamos con la poderosa
forma dragontina original de nuestra raza vencer sería pan comido. Y eso que
desde el primer momento nos dimos cuenta de que la información respecto a la
capacidad de resistencia de los terrícolas que recopilaron nuestros antiguos
exploradores, esos que habían visitado esta bola de barro hace siglos, había quedado
obsoleta. Aun así, orgullosos, creímos que los humanos no eran una seria amenaza
ante nuestra manifiesta superioridad. Por eso nos lanzamos a un ataque total al
que ellos respondieron con sus armas nucleares.
Al
final vencimos, pero pagamos un alto precio. De toda la flota estelar solo sobrevivimos
mi nave, con todos los sistemas de comunicación fritos y sin posibilidad de
remontar el vuelo y yo. Lo bueno es que quedan suficientes humanos como para no
pasar hambre. Ellos han involucionado a su Edad Media y ya no suponen una
amenaza ya que son esclavos de sus miedos más ancestrales y me rinden pleitesía.
Y es por eso por lo que hoy se acercan cantando alabanzas a su señor en un tono
que deja claro que me temen y me odian a partes iguales. Desde el gran ventanal
de mi sala de mando veo la comitiva de diez jóvenes vírgenes que conforman mi
ofrenda quincenal. Ansioso, abro la escotilla y salto al vacío cayendo delante
de ellos como la bestia que domina todas sus pesadillas: diez toneladas de puro
músculo y maldad. Solo para reírme un rato, agito mis alas y los derribo a
todos.
La
mayoría obedece caminando como si fueran al patíbulo dejando surcos en la
tierra fruto de su desesperación. Solo una chica avanza con la cabeza erguida.
Vestida con una falda negra y un corpiño verde oscuro, que se pega a sus
magníficas curvas, el resplandor del sol en sus joyas hace que parezca que flote
en un aura mística. Su cabeza, tocada con una tiara de hermosas filigranas, me mira
desafiante. Permanezco impasible mientras pongo en marcha el sistema. La última
vez elegí a un hermoso joven, alto y musculado, que no sobrevivió. Pocos lo
hacen. Veremos si hoy tengo más suerte.
Al
ver como el verde líquido sale por la cánula elegida por la muchacha el resto
de los candidatos intenta huir, pero antes de que puedan hacerlo, con un giro
de ciento ochenta grados, parto a tres por la mitad con mi cola. Después destrozo
la cabeza a otros dos a base de mordiscos y a los cuatro últimos les arranco el
corazón con mis garras.
Ya
solo queda ella.
Por
el olor que exhala dirigido a mí sé que ya está haciendo efecto la pócima. Cada
poro de su piel exuda lujuria. Acaricia mi cara y el contacto de sus dedos con mis
escamas despierta al animal sexual que late en mi interior. Aun así espero por
si, como otras veces, enormes protuberancias hacen estallar su cráneo. Por
suerte no sucede así y podré disfrutar un rato.
Para
poder penetrarla, ya que todavía falta para su completa transformación, me convierto
en hombre y la poseo sobre los restos y la sangre de sus compañeros caídos. Por
lo que transmite con sus jadeos, no parece que le importe demasiado. Su cuerpo
se acopla al mío respondiendo a mis empellones y mordiscos llegando juntos al clímax,
ese que solo conseguimos los de mi especie bajo el influjo de las feromonas que
fluyen de nuestros cuerpos.
Al
acabar vuelvo a mi forma primigenia y ella, agotada, se deja caer en mis
brazos. El éxtasis que ha saboreado en esta su primera y única vez ha sido
maravilloso. Lo veo en la pasional mirada que me brinda con sus reptilianos
ojos. Sin duda ella es diferente. Y por eso, antes de que se convierta en un
ser tan poderoso como yo, la rajo de arriba abajo. No estoy dispuesto a
compartir este planeta con nadie.
Tras
comérmela para recuperar fuerzas, guardo los otros cuerpos en mi despensa. Después
entro en mi camarote a leer un rato. Como es más cómodo coger un libro con
manos humanas que con garras, me vuelvo a transformar. Mientras elijo una novela
de H. G. Wells pienso que es una pena que la mayoría de los escritores estén
muertos ya que les estoy cogiendo el gusto a sus historias. No importa, seguro
que no me acabaré todos los libros que existen en los mil años de vida que me
quedan.
Que bueno que el mounstruo se dedique a la lectura, ya llegara a Lovecraft
ResponderEliminarEstos dragones parece sembraron el horror en el pasado, y veo segun tu profecia reinaran en el futuro
Y vaya el poder de cambiar de forma es bastante util, diria yo mientras este convertido en humano podria ser fragil....seria el momento de atacarlo o enviarle una virgen enferma con un parasito que solo afecta a los reptiles..... si creo es posible.
Je je... hermoso relato con un protagonista de pelicula.
Hola Jose, me alegra que te haya gustado el relato y sí, tienes razón, cuando está convertido en humano podría ser frágil pero ninguno de los que van de ofrenda vuelve para contarlo ja ja. Un saludo.
EliminarHola, vaya space opera con dragones y todo nos cuentas. Tu protagonista al final resulta ser un dragón de Sade con gustos tan refinados como salvajes. En mil años habrá tiempo para que encuentre la horma de su zapato y acabe su reinado de terror, pero como son humanos seguramente en el milenio siguiente vuelvan a caer en la misma situación 🐲
ResponderEliminarSaludos y suerte 👽🖖🏼
Hola JM, sí es un poco sádico pero ya sabes, uno tiene que experimentar cosas nuevas si no quiere aburrirse y él tiene todo el tiempo del mundo ja ja. Un saludo y gracias por leerme.
Eliminar¡Menuda historia! Me ha gustado mucho el ritmo y la tensión creciente del relato. También el final con el monstruo enamorado de los libros me parece una genialidad. Un cuento estupendo. Felicidades y mucha suerte.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu reseña Marta, me alegra que te haya gustado el relato. Un saludo y gracias por leerme.
EliminarUn relato fantástico. La versión extraterrestre de la mantis religiosa, un sádico que se come a la pareja tras el apareamiento. Y ese final de culto refinado a la lectura me ha encantado.
ResponderEliminarCreo (no estoy segura) que es la primera vez que te leo, pero estoy encantada de leer este relato tuyo. Me ha gustado mucho. Suerte.
Muchas gracias Carmen, sí es la primera vez que participo con un relato mío así que me alegro que te haya gustado y te haya entretenido. Un saludo y gracias por leerme.
EliminarSí, el final es extraordinario y nos deja alguna esperanza. Después de todo, un monstruo que lee siempre podrá transformar algo de sí mismo. Pero, la primera parte de la historia, la canibal, me llevó en un segundo a la Conquista de América, y a cualquier otra por el camino de la dominación y de la guerra. También por eso me parece un estupendo relato.
ResponderEliminarUn saludo
Gracias Juana por tus comentarios. Me alegra mucho que te haya gustado el relato. Y sí, ya se sabe que cuando un conquistador llega a un territorio pocas veces sale algo bueno de primeras y en este caso ni de primeras ni de últimas, aunque el rayo de esperanza que tu indicas sería un giro de la historia muy bueno. Un saludo y gracias por leerme.
EliminarHola, Ewateam. Creo que es la primera vez que leo uno de tus relatos y me ha sorprendido por la creatividad que atesora y lo ingeniosa que es la historia. El ritual, sin duda que amedrenta a más de uno, sino por su crueldad por el salvajismo que demuestra con sus víctimas. Da la impresión que ese extraterrestre tiene apetencias similares a las de más de un caudillo de nuestra oscura historia humana. Lo que le da un encanto especial al relato al fundirse con el gusto por la lectura de las obras clásicas creadas por los humanos. Buen relato, me ha gustado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias Carles por tus comentarios. Sí es la primera vez que participo con uno de mis relatos así que me alegra mucho que te haya gustado. en este caso el alienígena es un reflejo, como tú dices, de los horrores que en la historia de la humanidad han ido cometiendo los diferentes tiranos que han existido. Ojalá no tengamos que sufrir ninguno mas. Un saludo y gracias por leerme.
EliminarGuau, Ewateam. Tu relato tiene de todo, es muy ingenioso y a la vez está muy bien narrado. Un gusto leerte. Un abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario Mirna, me alegra que te haya gustado. Un saludo y gracias por leerme.
EliminarMuy buen relato, se queda en la tradición de los extraterrestres "malos" pero en ningún momento eso aburre o cansa, al contrario. Logras inspirar miedo, una sensación de fragilidad. Me gustó mucho, gran derroche de imaginación. Saludos.
ResponderEliminarMuchas gracias Ana por tu comentario. Me alegra que no te haya aburrido, uno cuando escribe siempre tiene el miedo de que lo que relata sea más aburrido que un BOE ja ja. Un saludo y gracias por leerme.
EliminarCreo. ¿Ernesto?, que es la primera vez que te leo y que participas en Tintero.
ResponderEliminarEs tremendo el desprecio que los invasores sienten por la humanidad y la falta total de piedad. También es curioso el contraste entre su crueldad y el gusto por la buena lectura.
Un relato al que no le falta de nada. Acción y sexo en la misma medida.
Bienvenido, Ernesto. Seguro que será el primero de muchos relatos.
Gracias por tu comentario Tara, me alegra que te haya gustado. Sí es la primera vez que participo y espero hacerlo muchas otras veces más, me gusta el intercambio de relatos que siempre enriquece y entretiene. Un saludo y gracias por leerme.
EliminarEsta es la versión más dura y horripilante que he conocido de una batalla entre terrícolas y seres venidos de otro planeta, porque no solo hay devastación sobre la faz de la Tierra sino la dominación de esta por un ser monstruoso y tremendamente cruel. Aquí haría falta la presencia de un San Jorge que, con lanza en ristre, abatiera a ese maléfico dragón y salvara a las jóvenes vírgenes y a todos los seres humanos que han quedado cautivos, je,je.
ResponderEliminarMe ha resultado una lectura muy agradable e interesante (a pesar de lo desagradable de los hechos, je,je).
Un abrazo.
Muchas gracias Josep por tu comentario. Sí, no estaría mal que hubiera un San Jorge que los salvara pero como siempre se dice "eso será en otra historia" ja ja. Cierto que es cruel la historia pero me alegra que te haya gustado aun siéndolo je je. Un saludo y gracias por leerme.
EliminarCurioso extraterrestre. Suerte. Saludos
ResponderEliminarGracias Nuria por tu comentario. Un saludo y gracias por leerme.
EliminarHola Ernesto y bienvenido al Tintero. Una explicación al mito de los dragones que figura enraizado en tantas culturas, bien podrían ser alienígenas venidos de otros mundos. En este caso se trata de un dragón cruel que encabeza una historia cargada de sangre y sexo, con un destino poco esperanzador para la raza humana. Al menos parece que el extraterrestre será un posible transmisor de la cultura de los libros para generaciones posteriores. Muy imaginativo tu relato, te deseo mucha suerte. Un saludo.
ResponderEliminarMuchas gracias Jorge por tu comentario y gracias por la bienvenida al Tintero. Tal y como dices, quien sabe si la lectura cambiará el futuro de la humanidad, esperemos que sí tanto en la realidad como en este relato. Un saludo y gracias por leerme.
EliminarGracias, Ernesto, por participar con este relato en el homenaje a HG Wells y La guerra de los mundos. Cualquier cuestión que te surja en el concurso no dudes en comentármela. Un abrazo y suerte!
ResponderEliminarSin duda David que te comentaré cualquier cuestión que me surja. Gracias por el trabajo que realizas.
EliminarBueno, bueno. A este sobreviviente de una raza de dragones invasores, creo que le falta un poquitín de empatía por otras formas de vida. Resulta curioso como la literatura puede mitigar tal insensibilidad. al final vendrá un Lancelot a vengar a la raza humana.
ResponderEliminarBienvenido, Ernesto.
Abrazo.
Muchas gracias Francisco por tu comentario. Tú te has ido por la vertiente Lancelot y otros compañeros por San Jorge....siendo sincero yo siempre he sido de Lancelot je je, así que si alguien tiene que venir a acabar con este dragón que sea el caballero de la mesa redonda. Un saludo y gracias por leerme.
EliminarHola, Ernesto. Un relato con acción , violencia y sexo que se lee muy bien. Un dragón instruido y culto, aunque al final le domina siempre su lado mas primitivo, jajaja. Un saludo y mucha suerte.
ResponderEliminarMuchas gracias Pedro por tu comentario. Me alegra que te haya entretenido mi relato. Y como dices, al final el lado primitivo, en determinadas situaciones como una invasión, suele ser el que manda ja ja. Un saludo y gracias por leerme.
EliminarHola, Ewateam. Soy Beri. Más vale solo que mal acompañado, ¿verdad? Hay que reconocer que el alienígena protagonista de tu relato se lo pasa bárbaro con sus "invitados". Solo hay que fijarse en cómo los ha destrozado, disfrutando después con esa sensual mujer. ¡No sabe nada el bicho! Muy imaginativo y entretenido tu cuento. Te felicito, compañero. ¡Un abrazo dragoniano!
ResponderEliminarMuchas gracias por tus comentarios Beri, me alegro que te haya gustado y sí, la máxima de más vale solo que mal acompañado mi protagonista se la toma al pie de la letra ja ja. Un saludo y gracias por leerme.
EliminarQué contraste en los extraterrestres, cultos y muy violentos contra los humanos. Excelente relato! Suerte, saludos!
ResponderEliminarMuchas gracias Mayte por tus comentarios, me alegra que te haya gustado. Un saludo y gracias por leerme.
EliminarMuy buen relato!! Además de canibalismo el sujeto es un penetrador serial; para luego comerse a la bella terrestre devenida en dragoniana. Observo que el ET posee los mismos sentimientos que los humanos; primero él, segundo él y siempre él. Éxitos en tu participación en el concurso! Un cordial saludo.
ResponderEliminarMuchas gracias Daniel por tus comentarios, tienes toda la razón, este extraterrestre tiene mucho de humano a nuestro pesar. Un saludo y gracias por leerme.
Eliminar¡Qué gran final!, cualquiera esperaría el típico cliché de que el monstruo se enamora de la chica y vivieron juntos comiendo perdices (o en este caso a otros humanos je, je), pero no, tu final me ha gustado más e incluso se me hizo más realista. ¿Por qué alguien que se cree un dios querría compartir su mundo con alguien más? Los dioses son egoístas.
ResponderEliminarMuy buen relato. Suerte en el concurso.
Un saludo.
Muchas gracias Cynthia por tus comentarios, me alegra que te haya gustado y sí, como tú dices, lo fácil hubiera sido que el extraterrestre hubiera encontrado al fin a su media naranja...pero para qué quedarse con una si puede estar mil años comiendo naranjas, naranjos y lo que se tercie ja ja. Un saludo y gracias por leerme.
EliminarHola, Ewateam. Muy bueno tu relato fantástico. Muy dinámico . Esto de los extraterrestres da para imaginar infinitas versiones... y seguir en supuestos. Buena escritura. Un saludo.
ResponderEliminarMuchas gracias Beba por tus comentarios, me alegra que te haya gustado el relato. Es cierto que los extraterrestres dan mucho juego y así se ha visto en todos los relatos entregados al concurso que son de lo más variopintos e interesantes. Un saludo y gracias por leerme.
EliminarHola, Ewateam. Bienvenido al Tintero!
ResponderEliminarVaya relato, aunque más por el protagonista dracaris. Si piensa completar su ciclo de mil años más le valdría cambiar de hábitos, porque menudo saque tiene, y menuda dieta, jejej.
Un relato genial. Una historia pos apocalíptica para las dos partes, humanos y extraterrestres, aunque más para los humanos que se van a quedar a merced de un sádico colesterólico. Muy bien narrada, te quedas atrapado desde el primer párrafo con esa narración en primera persona y esos giros e impactante argumento. Me ha gustado mucho. Mucha suerte en el Tintero!
Um abrazo!
Muchas gracias Pepe por tus comentarios, me alegra que te haya gustado. Me gustan tus comentarios de saque y colesterol, muy buenos je je.... Un saludo y gracias por leerme.
EliminarHola, Ewateam. Has conseguido convertir tu relato de ciencia ficción en uno de fantasía medieval, con sus dragones y vasallos preparados para sacrificarse a su señor. Y ahí es donde encuentro el problema para nuestro lujurioso y draconiano protagonista; en todas las historias de dragones, siempre hay un caballero que lo vence en fiero combate. Así que espero por su bien que también lea a los clásicos porque puede verse con una lanza atravesando su corazón, je, je, je.
ResponderEliminarUn relato muy bien estructurado y escrito. Te deseo lo mejor en el concurso.
Un saludo.
Muchas gracias Bruno por tus comentarios, tal vez el caballero salga en la segunda parte de la historia ja ja, un saludo y gracias por leerme.
EliminarHola, Ernesto o ewateam. Imaginación a raudales entre el sadismo y el sexo en un envoltorio literario de calidad. Es una pena que en la batalla quedara él, un poco más y acabamos con todos. En mi relato también quedaba un visitante pero sus intenciones no eran las mismas. La buena lectura terminará por hacerle recapacitar, le coge gusto y se queda transformado en humano para siempre.
ResponderEliminarUn relato estupendo. Nos veremos en la gala. Un abrazo.
Muchas gracias Isan por tus comentarios. Sí, un poco más los destruimos a todos pero entonces me hubiera quedado sin historia ja ja..Veo que también eres optimista como otros compañeros y piensas que las lecturas le harán cambiar...esa sería una buena segunda parte. Un saludo, gracias por verme y suerte en la gala, nos vemos allí.
EliminarHola Ernesto. una historia bien tramada mezclando diferentes elementos, muy bien narrada, y que me atrapó de principio a fin, ese dragón sentado en su nave leyendo a Wells es impagable, genial un abrazo y suerte en el tintero.
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