Mi participación en el Concurso de relatos de "El Tintero de Oro" XXX Ed.: Desayuno en Tiffany's de Truman Capote
Hola, aquí os dejo mi relato "Destino final" para participar en el concurso de El tintero de Oro. Justo acabo de ver como otro relato también ha cogido como joya protagonista al diamante Hope pero espero que no lo tengáis en cuenta ya que ya tenía el relato escrito y no me daba la vida para escribir otro.
Decir que entre ambos relatos poco hay más en común salvo el Diamante y la diosa Sita, el resto es completamente distinto así que espero que disfrutéis tanto con nuestras dos historias como con las del resto de participantes.
Lo dicho, ojalá os guste y paséis un buen rato leyendo mi relato. Nos vemos en el próximo concurso.
Destino
final
La
señal que anuncia el inminente despegue parpadea constante mientras las
pantallas de alta resolución de cada pasajero emiten las últimas noticias que
se conocen respecto a la investigación del mayor robo de la historia. Sin
prestarles mucha atención, el príncipe mira a la mujer que, sentada a su lado,
apura las últimas burbujas que quedan en su copa de champagne.
—Aprovecha, querida. En
breve no podremos tomar nada durante toda la travesía.
—¿Por qué crees que ya
llevo tres? —sonríe con cierta chispa en su mirada al ver como su amante da un
repaso al escote bordado de leopardo que a duras penas mantiene ocultos sus dos
últimos regalos de San Valentín. —¿Te gusta lo que ves?
—Sabes que sí. Cómo me
alegro de que no sea necesario llevar trajes espaciales. ¡Qué cabrón, Elon! ¡Jamás
pensé que lo lograrías tan pronto! —alza la voz para que el aludido salude,
con
una sonrisa pícara, desde el asiento número uno.
—Corazón, si te portas
bien, cuando lleguemos a nuestro destino te dejaré probarlos en gravedad cero
—y acerca sus labios carnosos dispuesta a darle un morreo. Sin embargo, se
detiene al ver como la cara de él cambia por completo de expresión. —¿Qué
ocurre, cielito? —susurra volviéndose hacia donde él apunta su mirada. —¿Qué
hace aquí? ¿No le habíais arruinado? ¿No habíais acabado con él?
—Eso pensaba yo —masculla
mientras clava sus dedos en el reposabrazos.
Un
murmullo llena el ambiente mientras uno a uno los miembros del club Bilderberg
se percatan de la entrada del último pasajero. Este camina con soberbia
infinita mientras se dirige a los dos únicos asientos que quedan libres,
sentándose en el número cincuenta y siete.
El
príncipe deja claro a su anfitrión que será él quien
arregle esta situación. Se levanta y, tras alisar su traje de tweed, avanza hacia
el intruso mientras trata de tranquilizar al resto de viajeros haciendo señales
con las manos.
—Hola Donald, ¿qué coño
haces aquí? —dice acomodándose junto a su interlocutor.
—Lo mismo que tú.
—Sabes perfectamente que sobras.
Para nosotros siempre has sido un millonario zafio y bobalicón con ínfulas de
poder.
—He pagado el pasaje y no
podéis expulsarme de la nave. ¿No escuchas los motores? La cuenta atrás ya es
irreversible, vamos a despegar.
Su
alteza, al agudizar el oído, se da cuenta de que él tiene razón y que, por mucho
que lo odie, van a tener que compartir vuelo.
—¿Crees que el dinero
abre todas las puertas? Nuestra sociedad secreta es el Olimpo de los dioses y
tú nunca serás uno de los elegidos. Si bastasen unos cuantos millones para codearse
con nosotros, cualquier Youtuber idiota estaría aquí preparado para ser
uno de los primeros civiles en pisar la Luna. ¿Cómo conseguiste el pasaje?
—Se lo compré a Yuri
Karpov.
—Imposible, sé que jamás
podrías habérselo pagado.
—¿No has oído lo del
robo?
—¿Tú? No te creo.
—Deberías. Tenía mucho
interés en volar con vosotros.
—¿Has robado el diamante
Hope del Smithsonian y se lo has dado a ese ruso malnacido para estar aquí? ¡Estás
loco! ¡Esa joya tiene un valor incalculable!
—Ya, pero ha merecido la
pena.
—Maldito Yuri. Por su
culpa tendré que ver tu estúpida cara durante toda esta aventura y sé que me arruinarás
el viaje. Cuando volvamos me encargaré de que su vida sea un infierno.
Acabaremos con él.
—¿Tal y como hicisteis
conmigo?
—No sé de qué me
estás hablando.
—Disimulas muy mal. Sabes
que desde que asumí la presidencia buscasteis acabar conmigo como fuera. Era un
grano que, al infectarse en vuestro pomposo culo, podía destruir vuestro
chiringuito.
—Desvarías si piensas que
nos preocupaba un paleto como tú.
—Pues para no estarlo, bien que me jodisteis. Que sepas que tras años de búsqueda tengo los documentos
que lo demuestran.
—¿Y qué quieres? ¿Qué te
acojamos en nuestro seno? ¡Jamás! Nosotros somos panteras negras y tú un
miserable gato callejero. Por muchas pruebas que creas tener sabes que nuestros
abogados te aplastarán contra el suelo como la miserable colilla que eres.
—Lo sé. ¿Conoces la
maldición? —le suelta de pronto el expresidente.
Este cambio de tercio
pilla por sorpresa al príncipe.
—¿De qué hablas?
—La del diamante Hope.
Verás, la diosa Sita se cabreó cuando un sacerdote hindú lo robó de una estatua
ceremonial y desde entonces ha dejado un reguero de sangrientas muertes. Entre
otras, María Antonieta murió guillotinada, la Princesa de Lamballe fue
asesinada por una muchedumbre, pero la que más me gusta es la de Jean-Baptiste
Tavernier. ¿Sabes cómo murió?
—No tengo ni puta idea.
—Esa boca, como se nota
que no hay cámaras delante. Verás, tiene muchas similitudes con el caso que nos ocupa.
El pobre, tras arruinarse, fue devorado por una jauría de lobos.
—¡Qué melodramático! No
seas payaso, tú solito te has metido en nuestra boca.
—Sí pero no he venido
solo —dice mientras saca del
bolsillo de su americana un colgante en el que pendulea el mayor diamante del
mundo. Destellos de un azul intenso brotan de él bajo las luces fluorescentes
de la cabina.
—¡Qué diablos! ¿Todavía
lo tienes?
—¿De verdad pensabas que
le iba a dar el verdadero a un maldito ruso? Además, para poder ser la última
víctima de la maldición tenía que ser su último dueño.
Y mientras sonríe, Donald
Trump acciona el conmutador del chaleco bomba que descansa sobre su orondo
pecho.
Gracias, Ernesto, por participar con este relato en el homenaje a Truman Capote y Desayuno en Tiffany's. Un abrazo y suerte
ResponderEliminarDe nada, David, gracias a ti por organizar. Un abrazo.
EliminarGuau 😲 que destino final el que ha traído tu narrativa. Esperemos 😉 se quede solo en relato de ciencia ficción 🤣👌. El planeta requiere un mejor destino final, y de gobernantes dispuestos a ser mejores personas. Una perla para ti 🤩. Saludos desde Venezuela.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario. Me alegra que te haya gustado. .Saludos desde España.
EliminarSoy Raquel Peña
EliminarDe Perla narrativa. Gracias por tu visita a mi blog.
Inesperdado y contundente, con explosión apoteósica de peces...
ResponderEliminarMuy buena caracterización en los diálogos, y la acción se lee con agilidad narrativa y viveza, algo nada fácil de lograr. Buen relato.
Saludos y Suerte :)
Muchas gracias por tu comentario. Me alegra que te haya gustado :). Un saludo.
Eliminar¡Vaya! Me ha sorprendido mucho ese final. Muy buena historia, Ernesto. Engancha y tiene mucho ritmo.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario. Casi me quedo sin palabras para el final pero a la postre pude cerrarlo con un girito sorpresa. Me alegra que te haya gustado. Un saludo.
EliminarBuen final. Todas estas elites son peligrosas y se dan golpes astutos entre ellas. Ojala Trump haya enviado un clon.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario. Ostras, ese giro del clon no se me había ocurrido, pero sería genial ja ja...Me alegra que te haya gustado. Un saludo.
EliminarUn buen relato que desborda originalidad. El final es excelente. Saludos.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario. La verdad es que cuando vi que otro relato hablaba del mismo diamante me entró un sudor frío pero menos mal que no iban los tiros por el mismo sitio. Me alegra que te haya gustado. Un saludo.
EliminarBuenos días, Ernesto. Como habéis sido varios los que contáis sobre el diamente Hope he ido a informarme un poco, y ¡pedazo diamante es el Bleu de France! Sobre las desgracias que acontecieron a algunos de sus compradores, seguramente pertenece más al mito y a la casualidad que a la posible maldición de una piedra preciosa.
ResponderEliminarVamos a por tu cuento:
¡Vaya reunión de capullos, especuladores, ladrones en la nave! Mìra por donde, el diamante hizo un favor a la humanidad. Estoy pensando en más de un político real...
Saludos, Ernesto.
Muchas gracias por tu comentario. Sí, la verdad es que estamos gobernados por la peor calaña, menos mal que nos queda la literatura par desahogarnos je je. Un saludo.
EliminarMenuda reunión de peces gordos sin alma, aspirantes a manejar los destinos de la humanidad en su propio beneficio sin importar la miseria y el sufrimiento ajenos. Por desgracia no es ficción, aunque en tu relato lo hayas ficcionado para la convocatoria del Tintero, pero la realidad es que los hilos de la sociedad los manejan gentes sin escrúpulos. Buen hilo conductor el del diamante Hope para articular esa guerra de poder, de egos vanidades, que le da un plus de interés. Mucha suerte en el Tintero, Ernesto.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario. Ojalá algún día escapemos de esos peces gordos que nos manejan como quieren. Como le he comentado a otra compañera, menos mal que nos queda la literatura para desahogarnos. Un saludo.
EliminarHola Ernesto este diamante Hope está muy perseguido. Habéis coincidido dos compañeros con él. Seguro que trae buena suerte. Un abrazo.
ResponderEliminarLa verdad es que sí, es lo que tiene que sea el diamante más grande del mundo ja ja.. Un abrazo
EliminarGenial, Ernesto. Un relato muy bueno, tanto en el fondo como en la narrativa. Que haya coincidencias en el objeto de partida no es un problema, es una riqueza que muestra cómo la imaginación del autor crea situaciones muy diversas a partir de un mismo elemento. Y eso me gusta.
ResponderEliminarUn saludo.
Muchas gracias Carmen por tu comentario. Me alegra que te haya gustado. Tienes toda la razón, está muy bien ver como de un mismo origen salen historias completamente distintas. Un abrazo.
EliminarUn relato que me ha enganchado desde el principio por el estilo de los diálogos desenfadados. El final es una maravilla y la parte central no decae para mantenerte pegado a la pantalla. Mucha suerte en el concurso. Saludos.
ResponderEliminarMuchas gracias Pedro por tu comentario. Me alegra que te haya gustado. A veces los diálogos se me atragantan mucho y la verdad es que hubo momentos en que creí que no lo estaba haciendo bien pero al final me tiré a la piscina y pensé que los ricos también dicen palabrotas y hablan chabacano cuando no los vemos ja ja... Un saludo
EliminarHola, Ernesto. Sorprendente giro final, desde luego, aunque me imagino al expresidente capaz de hacer algo así por acabarcon quien ha intentado destruirlo.
ResponderEliminar¿Es solo una fantasia tuya o una premonición como las de los Simpson?
Mucha suerte en el concurso. Un saludo.
Muchas gracias por tu comentario Bruno, la verdad es que no sé si será una premonición pero el expresidente es capaz de eso y de mucho más. Lo veo vengándose hasta la últimas consecuencias de aquel que se la juega...y ten en cuenta que el mundo se la ha jugado ja ja... Un saludo
EliminarHola, Ernesto. Tremendo relato a golpe de diálogo, muy fluido, con mucha información y con ese giro final tan potente como los explosivos del susodicho. Genial, Ernesto.
ResponderEliminarUn abrazo y mucha suerte para el concruso
Muchas gracias Pepe, me alegra que te haya gustado. Espero que la explosión se escuche hasta en la Casa Blanca ja ja... Un abrazo.
EliminarUna historia realmente curiosa y original. Con explosivo final, por cierto.
ResponderEliminarUn saludo.
Muchas gracias por tu comentario Francisco. Un saludo
EliminarUn relato rocambolesco con un final apoteósico, unos diálogos muy cercanos y un escenario de lo más original.
ResponderEliminarUn saludo Ernesto
Puri
Muchas gracias Puri por tu comentario. Me alegra que te haya parecido original. Un saludo.
EliminarHasta donde puede llegar la ambición por hacerse un hueco en esa expedición, je,je.
ResponderEliminarA Donald Trump le veo muy capaz de tal artimaña, y más.
Un relato muy original y muy bien narrado.
Un saludo.
Muchas gracias Josep por tu comentario. Trump da mucho juego ja ja. Me alegra que te haya gustado. un saludo.
EliminarHola, Ernesto. Parece que los miembros del club Bilderberg son más de apariencia, hasta que llega un impresentable con pretensiones y resulta ser nada menos que ¡Tramp! Desde luego, el relato es "conspiranóico" tan de moda actualmente. Estupendo relato. Un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario Isan, la verdad es que desde que ha comenzado la pandemia estoy muy conpiranoico ja ja. Me alegra que te haya gustado. Un abrazo.
EliminarEse diamante tiena tanta historia detrás que da para mil historias, pero la tuya es excelente
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias por tu comentario. Me alegra que te haya gustado. Un abrazo.
EliminarHola, Ernesto. Yo diría que acabas con dos pájaros de cuidado en tu final. La riqueza y el poder es la perdición de los soberbios, así que les den. Seguramente la explosión se vería en medio mundo y más de uno lo celebraría como el comienzo de un prometedor futuro. Saludos y suerte.
ResponderEliminarHola, muchas gracias por tu comentario, ni desmiento ni confirmo que sería uno de los que celebraría la explosión, ja ja Un saludo.
EliminarHola muy buen relato , la verdad es que no me esperaba ese final , ahora que como esta
ResponderEliminarel mundo no es de extrañar que o bien los rusos acaben con el mundo o sino el "Chigin-pin"
de Corea de norte , menos mal que esto solo es un relato si mal vamos, suerte en el tintero de oro
saludos de flor.
Muchas gracias por tu comentario Flor, me alegra que te haya gustado el relato. La verdad es que se están empeñando en que el mundo se acabe así que escribamos lo que podamos por lo que pueda pasar ja ja. Un saludo.
EliminarAl final Trump no era tan malo... ¿o sí?
ResponderEliminarUna buena explosión, una buena limpieza.
Me ha encantado esta temática y cómo la has desarrollado.
Suerte con el concurso.
Un abrazo.
Muchas gracias MJ por tu comentario. Me alegra que te haya gustado el relato. No hay nada como una limpieza radical para que la cosa se mueva ja ja. Un abrazo.
EliminarNo se cuales son peores : los "tontos" o ,,los " listos". Solo nos dejaran vivir, o mejor sobrevivir.
ResponderEliminarPor fin tuvo una buena idea trump. Podia haber esperado hasta la luna, para no manchar, pero, bueno...
Tambien hemos coincidido en. el viaje interestelar
Saludos
Muchas gracias por tu comentario, tienes razón, hubiera sido mejor terminar en la luna pero imagínate que los extraterrestres ven venir a Trump....seguro que nos invadirían solo por el lío que les montaría ja ja... un saludo
EliminarHola, Ernesto. Tremendo relato, con diálogos muy ingeniosos y un explosivo final. Mi concepto de Trump es nefasto, pero hasta lo comprendo por esta vez. Saludos y suerte en el Tintero.
ResponderEliminarHola Jose, gracias por tu comentario, me alegra que te haya gustado. La verdad es que si fuera por mi relato muchos simpatizaríamos con él ja ja. Un saludo
EliminarAl leer el título pensé que sería un fanfic de la película con el mismo nombre, pero resultó ser un relato muy interesante e innovador. Además, fue divertido ir reconociendo a los personajes a medida que hacían aparición. ¡Y ese final totalmente inesperado!, dejando a nada más y menos que a Trump como un mártir.
ResponderEliminarBuen relato.
¡Suerte en el tintero!
Un saludo.
Hola Cynthia muchas gracias por tu comentario. Eres la primera que pilla lo del título je je, me pareció un buen título teniendo en cuenta que en la película también hay alguna que otra escabechina ja ja. Me alegra que te haya gustado. Un saludo
EliminarHola, Ernesto. Un relato muy dinámico y con mucho ritmo, con unos diálogos que hacen avanzar la trama y nuestro conocimiento de la historia. El giro final, explosivo, vaya manera de despedirse de este mundo portando ese preciado diamante entre las manos.
ResponderEliminarBuen relato, un abrazo.